domingo, 29 de enero de 2017

Escanlar visto por Fuguet: "Todo no es suficiente"

La vida de Gustavo Escanlar en las palabras de Fuguet, ciertamente, resulta bastante más entretenida que muchas de las novelas que ha sacado Alfaguara últimamente. Y es que, visto por un narrador sin fisuras como ya se ha formado el chileno, Escanlar resurge como un personaje fascinante, como la merca que tanto amaba, destructivo y adictivo. Si bien Fuguet, por momentos, sobreactúa esa condición "naif" de no saber que su investigado fuera un tipo duro, controvertido y tan manyado en Uruguay (todo el tiempo pareciera horrorizarse de que la gente le diga que era un zarpado, un sorete, un facho, un ridículo, un genio irremediable, siendo que lo conocía y en el texto hablan de su relación nacida de lo literario), aparece un retrato muy atrapante, no solo por el mismo periodista yorugua, fallecido en 2010, sino, también por la forma en que Fuguet logra llevar ese pastiche de testimonios y esas impresiones que le van dejando cada uno de los supuestos descubrimientos. La vida del mediático, así como el texto, dejan ver la pacatería uruguaya, la forma en que la sobreexposición puede comerse a alguien, la envidia de algunos que lo odiaron deseando, en el fondo, estar donde él estaba, y la tibieza de la mayoría de los participantes que aparecen anónimos con frases como "no me podés citar eh", "mejor no estar asociado a nada que tenga que ver con Escanlar", "tengo familia, ¿entendés?".
Autor de cuentos y novelas de muy lograda prosa (aunque tampoco para tirar ningún cohete), Gustavo Escanlar llevó una vida digna de material fílmico, y es que si hay algo que se deja ver, es que se trataba de un ser indescifrable. Si bien uno pudiera encasillarlo en algún adjetivo que tuviera a mano, lo bravo es que todos le quedarían bien excepto el de "mesurado". "Todo no es suficiente (la corta, intensa y sobreexpuesta vida de Gustavo Escanlar)" es un retrato impactante y una manera de mostrar la narrativa biográfica de modo apasionante. Sea como sea, Fuguet lo logra. Lo único que no logró, fue que el texto se editara en Uruguay. Los uruguayos tenemos ese qué se yo, ¿viste?

"Todo no es suficiente (la corta, intensa y sobreexpuesta vida de Gustavo Escanlar)", de Alberto Fuguet. Alfaguara. 2015