jueves, 19 de enero de 2017

"Las cosas que perdimos en el fuego", de Mariana Enríquez

En una serie de doce cuentos, Mariana Enríquez desempolva la tradición del terror en estos lares del plata. Con gran técnica y conocimiento del género, la autora, adapta o recrea los miedos y horrores universales de la literatura de terror a nuestros propios miedos urbanos rioplatenses. La tradición de los miedos de una clase media hija de inmigrantes, o de una generación post 80´o de mujeres y hombres de estos países aparece en los cuentos de Enríquez.
Más allá de establecer los climas de horror que configuran los cuentos, hay algunos ejes o hilos temáticos que llevan adelante una marca propia en la pluma de la autora de "Los peligros de fumar en la cama" y "Bajar es lo peor". Siempre aparecen mujeres, voces propias del ser femenino en diferentes versiones, liberadas, oprimidas, brillantes, torpes, lúcidas o poco confiables. Del mismo modo aparece la figura del varón interpelada, aparecen los horrores propios de una clase (porque también es terror que los pobres le saquen todo a los chetos), aparecen los horrores de mujeres quemadas por los hombres, de policías que matan pobres por diversión, el horror de la anorexia. Todo eso en un desempeño narrativo muy bien logrado para establecer el aura espesa del terror. Tampoco se pierde de la tradición fantástica o sobrenatural para la configuración de algunos de los relatos que aparecen en el libro.
Desde "Los peligros de fumar en la cama" y "Alguien camina sobre tu tumba" (sus crónicas de visitas a cementerios del mundo), hasta llegar a este libro, Mariana Enríquez se establece como la gran heredera del poder que da a un escritor hacer correr un frío por la espalda al lujurioso husmeador de los demonios que habitan a cada personaje.

"Las cosas que perdimos en el fuego", de Mariana Enríquez. Ed. Anagrama. 2016

domingo, 15 de enero de 2017

"Hasta que puedas quererte solo", de Pablo Ramos

Pablo Ramos se arranca los artificios de la escritura, deja de lado las ficciones más contaminantes y se muestra así, con la piel desabrochada. “Hasta que puedas quererte solo” es una seria de crónicas acerca de su condición de adicto en recuperación, de los avatares que ha atravesado para completar el programa mentado de los Doce Pasos de A.A y N.A.
En las páginas del libro el lenguaje se vuelve un instrumento en carne viva para mostrar de la forma más honesta posible el infierno del adicto, la muerte lenta y enmascarada que ronda cada botella, cada línea, cada soledad. Las personas que emergen del recuerdo de la vida del autor de “El origen de la tristeza”, han perdido algo que creen poder llenar con las ilusiones que les da su condición de adicto, y así, en realidad, lo pierden todo, todo. Incluso la vida. Aunque muchos de ellos ya están muertos hace tiempo, aunque no se hayan dado cuenta.
Las doce crónicas muestran un descargo emocional. Aquí lo importante será lo que se cuanta, mucho más que cómo se cuenta. De todos modos, los que ya conocen a Ramos saben que su prosa es siempre cuidada, barrial, clara. “Hasta que puedas quererte solo” muestra un mundo que, para algunos es muy conocido, donde las personas, en su condición se vuelven adictas a la soledad.
Ramos se pone como eje central de las crónicas con su propia adicción, sus estadías en sobriedad, sus recaídas, el enorme y peligroso trabajo de destruir el ego. Aceptar la enfermedad, ir al infierno, volver, poder quererse y querer. 

"Hasta que puedas quererte solo", de Pablo Ramos. Ed. Alfaguara. 2016