martes, 16 de mayo de 2017

"Poemas de la pija", Martín Uruguay Martínez

Sin duda guiados por el contundente título de este poemario, muchas de las lecturas del texto se han basado, quizá pura y exclusivamente, en una de las tantas líneas que el gesto de su publicación implica. Pero releyendo el libro de Martín Uruguay Martínez, pienso que no deba ser tomado necesariamente como una colección de textos poéticos (ensayísticos incluso) que basen su eje central en una sexualidad desaforada o en un lenguaje soez, ni siquiera en un desbocamiento del instinto. No se trata aquí de lo punk por la lengua plagada de puteadas o de imágenes trash que signifiquen una pija. Creo que, leerlo por ese lado, o exclusivamente por ese lado, sería un fracaso.
"Poemas de la pija" implica una deconstrucción de la patria, una destrucción del anquilosado concepto del "ser" uruguayo. No se trata de un libro obsceno por el sexo, se trata de un libro obsceno por tirar un balazo en medio de una plaza de mansas palomas para que vuelen de una puta vez. Todo aquello que la tradición uruguaya, esa superstición de la garra charrúa, creyó intocable, es, en los versos de Martínez, pasado por la picadora de carne; la música, la poesía, la política, lo mediático. Se trata de una lírica que le revuelve la cabeza al jubilado, que le pone pastillas al té de la abuela. Es un modo de derribar la tradición, pero no exactamente sobre una estética del desengaño, sino un vislumbramiento de que habrá otro "país" diferente, cagado a golpes, claro, humano (con pija, con mierda, con semen, con belleza), nuevo. El libro habrá de ir degollando, largará un vómito punk, pero detrás de todo, se saca un antifaz y dice: "bueno, listo, ahora sí, empecemos". Detrás de un juego muy logrado para gritar que el rey (y que todos) estamos en pelotas de una manera necesaria y violenta, hay en los poemas unos intersticios que dejan ver una belleza tenebrosa, esos fragmentos en cada poema funcionan como la ranura por la que habrá de saltar a pura fuerza, el color, lo otro, el brillo de un espejo donde mirarnos y ver que queremos ser otros. La poesía que todo lo mejora, incluso a sopapos.

"Poemas de la pija", de Martín Uruguay Martínez. Ed. Pingüino Down. 2016