sábado, 21 de octubre de 2017

"Electrónica", de Enzo Maqueira

Enzo Maqueria construye, con "Electrónica" una novela en crisis. Una generación conflictuada, personajes que están entre el esplendor de sus vidas y carreras y el abismo peligroso del ridículo, de la vejez, ese momento en el que te das cuenta de que quizá ya no sos tan joven, que quizá tenés que trabajar más y más serio, que los amigos de la niñez no están, que quizá tus viejos un día se mueren.
Tomando como referencia ese capítulo de "Los Simpsons" en que Homero se da cuenta de que lo que él cree "la onda" ya no es "la onda", los personajes de la novela transcurren una fiesta eterna en el pasado y un presente continuo de resaca, de pensar "por qué", "para qué", el momento en que las fiestas son cada vez más cortas y las resacas largas. La profesora es la protagonista de esta rave en etapas finales, su amigo el Ninja la acompaña así como el recuerdo de una Natasha que ha desaparecido pero guarda una sorpresa. Todas las drogas, los alcoholes, la adolescencia cada vez más cerca de un recuerdo, una pareja que fracasa, querer o no querer vivir solo. A modo de amarre a la juventud, La Profesora se enamora de un pendejo de dieciocho años, Rabec, que la hace sufrir entre la pasión y el patetismo de ser "la veterana que me estoy comiendo". La vejez y la muerte rondando todo. La narración se construye desde las voces, narradores confusos e inciertos que van desde la voz interior a la voz de un ahora que marca la acción, ésto sin distinción alguna, construcciones similares a "La profesora mira por la ventana, viste que el auto se ponía en marcha" se repiten dando una lectura ágil, con aire de confusión. El quilombito que tienen los protagonistas en la cabeza. Como en el título, el "punchi-punchi" de la narración llevan al lector por un decurso atrapante y flashero. Lean.

"Electrónica", de Enzo Maqueira. Ed. Interzona. 2014